Alejado del pedregal urbano yo te quiero.
Deseo demorar nuestras caricias, la locura
que armoniza los sentimientos que impulsan mis versos.
Cuento los días que tu presencia marcó mi esencia
dejando la huella más dulce y fresca del ser humano
Suspirando los momentos rebalzantes de amores
y añorando pintar el cielo de melancolía.
La luz de tus ojos huele la estirpe sobre mi sangre,
y aunque la débil chispa caliente el sudor en tu frente
poco a poco se aviva aquella hoguera encendida
posando con prisa sobre nuestro jardín de seda.
El aroma de tu piel , desnuda mi verde parque,
siento derramar el néctar fecundo y florido
sobre el terciopelo gris que lucen nuestros rosales
sintiendo el perfume que empalaga la dulce tarde.
Reflejo soy en la cumbre perfumando tristezas.
sonora melodía tan púrpura que late en ti,
que calla los versos y sellan grafittis con letras
que cantan al silencio ondulante de recuerdos .
El grito que vibra la pureza de esta nostalgia
despierta los espacios que duermen entre el paisaje,
acariciando el amor bajo la luz de los astros
cuando presiento morar esta tarde en tu retrato.
SOLEDADManos tiernas que se encuentran con el llanto.
Es la soledad que siente una brisa que recorre buscando aquelllas alegrías en
tu memoria que cubre ecos de voces mías y en la locura ciega que desnudan mis ojos.
Late mi corazón cuando en la habitación vibran las cortinas que delatan tu falta.
Dolor por la ausencia que poda esta espera, sombra compañera de la melancolía.
¡ soledad ! que habitas la paz de mis días. Hoy necesito enredarme con tu pelo
quiero jugar calcando ese rostro y así perderme en la carnosidad de los labios
y penetrar en tu figura otra vez. Hoy, quiero traer el deseo que se fue.
Por el sendero sembrado de ilusión quiero gritar la tentación ahogada;
abrazar tu cuerpo en la despedida ,sollozar meciendo el descontrol,quiero.
Amarte como nunca amé, siempre sueño.Tarde de setiembre que borró aquel delirio. Amor de vidrio sagrado que partió en trozos la soledad del corazón. Recuerdo soleado y desesperanzado de un adios .
HE REGRESADO
Hombre enamorado, loca fruta deseada.Hueles a deseo cuando bebo tu presencia.
Eres puñal cuando al mirarte espinas el alma; haces que la locura vuele hacia nubes oscuras.
Los pájaros aturden la cálida tarde mientras en mi aposento una corriente llega para gritar
que sólo tú desnudas rápido mi esperanza; acaricias mi cara, besas mi frente y abrazas fuerte .
La soledad que vestida desespera por salir; trabaja destilando los actos que nacen por ti.
Amado trágico, periódico eído por mí, mírame mientras el sol acaricia tu latir.
Hombre enamorado, saboreo otra vez miel, siento la brisa que invade lamiendo así la piel,
aromatizo con tu melodía mi habitación y protejo la fortaleza que luce esta pasión.
Hoy que vuelvo a sorber el calor efímero en la tinta, aferro con fuerzas el tiempo, la dulce agonía,
dispone de los días porque yo he cambiado. Amado mío, deja tu sangre sobre mi vida porque hoy he regresado.
Colores de la tarde que se filtran
para matizar tu nombre y la espera.
Bohemia que yace tras el horizonte
irizando el ánimo que parte de ti,
que enjaula tus celos y vierte el amor .
Minas de dolor cruza el poniente ,
la brisa desparrama el jugo dulce
que aquieta empalagándome en la noche .
Energía que frena el encuentro fugáz ,
que cambia el pensar y anida la verdad .
